Fertilización orgánica
La fertilización orgánica es un modo de aportar mayor fertilidad al suelo donde cultivar una gran variedad de vegetación. Así conseguimos que las plantas que queramos cultivar tengo una mayor nutrición y con ello un mejor crecimiento.
Una parte de los nutrientes que nuestros cultivos necesitan los obtienen del suelo y del agua. Tal cosa es muy beneficiaria para nuestras plantas, sin embargo, el suelo va perdiendo fertilidad poco a poco. El uso de fertilizantes orgánicos permite que el suelo recupere los nutrientes y su fertilidad mediante abonos naturales.
Además, con el uso de abonos orgánicos se mejoran características físicas como la porosidad del suelo, retención del agua, permeabilidad (…) y se estimula la flora microbiana, que ayuda a la transformación de los compuestos de la tierra en nutrientes disponibles para los cultivos. Hay que tener en cuente que a pesar de que gracias al uso de éstos se obtiene un alto rendimiento, también se salinizan poco a poco los suelos, lo que provoca un agotamiento de las cosechas.
Existe una gran variedad de abonos naturales, pero sin duda, el más utilizado es el compost, el cual se obtiene a partir de restos vegetales (pieles de verduras, semillas, restos de verduras…todo ello que tengas en casa). Esta clase de fertilización se debe realizar, al menos, una vez al año en la tierra donde se cultivará.
Finalmente, cuando se decida comenzar con el uso de un programa orgánico de fertilización habrá que tener en cuenta:
La duración del ciclo de cultivo
Informarse sobre la mezcla modificada
Mezclar y ajustar el tipo de fertilizante a las necesidades de nuestro cultivo
Aunque el proceso pueda parecer más complejo, es posible obtener los nutrientes necesarios de fuentes orgánicas con un método más cuidadoso y creativo.