Fertilizantes inorgánicos
Los fertilizantes inorgánicos, al igual que los orgánicos, aportan los nutrientes necesarios para un buen crecimiento de nuestro cultivo, pero con una metodología y materia diferente.
Como bien hemos mencionado en otro post sobre fertilizantes, estos ayudan a suministrar al suelo todos los nutrientes y minerales necesarios para su buen desarrollo. En este caso, el uso de fertilizantes inorgánicos supone el uso de compuestos químicos, que combinan los elementos necesarios para el suelo, en función del tipo de cultivo.
Los fertilizantes inorgánicos suelen aportar una mayor cantidad de nutrientes en comparación con los orgánicos ya que son creados por el hombre, siendo así su contenido más elevado en todos los valores y que se utilicen con mayor frecuencia. Su contenido se basa, principalmente, en una mezcla de Nitrógeno (formación de las proteínas y la clorofila), Potasio (resistencia a las enfermedades y fuerza a los tallos) y Fósforo (desarrollo de raíces fuertes).
Antes de la utilización de cualquier tipo de fertilizante hay que observar las causas, especialmente en el uso de los inorgánicos puesto que al ser más fuertes un mal uso de ellos puede traer consecuencias en la tierra y en las cosechas.
Una posible causa de la falta de nutrientes en las cosechas sería que nos encontremos con un PH del suelo no adecuado para las plantaciones que queramos hacer. Otra posible causa sería que los suelos no se lleguen a recuperar óptimamente, ya que cosecha tras cosecha va perdiendo los nutrientes por el alto consumo que se llega a producir.
Como hemos mencionado anteriormente el mal uso de los fertilizantes inorgánicos puede traer consigo una serie de consecuencias. El problema del uso de este tipo de fertilizantes es que, aunque a primera vista es un compuesto que favorece a las plantaciones, también puede ir en contra de ellas. Es decir, el mal uso de éstos puede traer contaminaciones e intoxicaciones entre otros.